Evangelio Martes II Semana Tiempo Ordinario. Ciclo C. 22 de Enero, 2012.
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (2,23-28 )
Gloria a ti, Señor.
Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?" Él les respondió: "¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros." Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado."
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Nuevamente Jesús entra en colisión con sus adversarios, los fariseos. Éstos están atentos a que la ley se cumpla al pie de la letra. Es tal su apego a la ley que el carácter liberador que ésta tuvo en sus orígenes se ha convertido en un yugo opresor, que esclaviza y mata el espíritu. Jesús, por el contrario, se muestra como el ser humano libre frente a la ley, las tradiciones e instituciones religiosas. Para Jesús está sumamente claro que la ley tiene la función de garantizar la vida, la dignidad y la libertad del ser humano. La ley y las instituciones deben estar al servicio del ser humano. Cuando una ley impide la humanización y la liberación de las personas, pierde su razón de ser. Lamentablemente esa libertad vivida y manifestada por Jesús se ha ido diluyendo con el trascurrir del tiempo. Nuevamente nos hacemos esclavos de leyes y tradiciones que obstaculizan la libertad que surge del evangelio liberador de Jesús.
A la luz de este pasaje examinemos nuestra vida personal y comunitaria. Tomemos conciencia de que a veces normas o costumbres religiosas nos esclavizan y oprimen. Dejémonos interpelar por la fuerza liberadora del evangelio de Jesús.
Fuentes: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org