Evangelio XXII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Sábado 08 de Septiembre, 2012
Santo del día: Natividad de la Virgen María.
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (1, 1-16. 18-23)
Gloria a ti, Señor.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.
David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Cristo vino al mundo de la siguiente manera:
Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de
David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías:
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
El Evangelio nos presenta los orígenes de Jesús acudiendo a dos recursos muy frecuentes en el Antiguo Testamento. El primero es una genealogía que vincula a Jesús con la promesa universal realizada por medio de la bendición de Abraham y, al mismo tiempo, con la promesa nacional por medio del profeta Natán. Las genealogías son listas de antepasados celebres que tienen como función destacar la misión y el significado de Jesús para la historia de la Salvación. El segundo recurso es el nacimiento milagroso, como ocurrió con Moisés, con Sansón y con Samuel. Al igual que otros destacados personajes bíblicos, el nacimiento excepcional de Jesús destaca un valor especial en la vida de la comunidad. Con él renace la esperanza de una intervención extraordinaria de parte de Dios para redimir la situación del pueblo de Dios. Detrás de estos dos recursos está la maravillosa figura de una mujer que supo como nadie conjugar la urgencia histórica de su pueblo con su decidida entrega personal. En la persona de María de Nazaret converge toda la historia de salvación con su potencial salvador. La comunidad cristiana recuerda hoy la fecha de su nacimiento y le da valor de buena noticia y de fiesta.