LECTURAS DEL DOMINGO TRIGESIMOCUARTO. TIEMPO ORDINARIO. CICLO C. 24 DE NOVIEMBRE, 2013
SOLEMNIDAD
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,
REY DEL UNIVERSO
Ungieron a David como rey de Israel
Lectura del segundo libro de Samuel 5, 1-3
Todas las tribus de Israel se presentaron a David en Hebrón y le dijeron: «¡Nosotros somos de tu misma sangre! Hace ya mucho tiempo, cuando aún teníamos como rey a Saúl, eras tú el que conducía a Israel. Y el Señor te ha dicho: "Tú apacentarás a mi pueblo Israel y tú serás el jefe de Israel"».
Todos los ancianos de Israel se presentaron ante el rey en Hebrón. El rey estableció con ellos un pacto en Hebrón, delante del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 121, 1-2. 4-5 (R.: cf. 1)
R. ¡Vamos con alegría a la Casa del Señor!
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la Casa del Señor»!
Nuestros pies ya están pisando
tus umbrales, Jerusalén. R.
Allí suben las tribus, las tribus del Señor, según es norma en Israel,
para celebrar el nombre del Señor.
Porque allí está el trono de la justicia,
el trono de la casa de David. R.
Nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas 1, 12-20
Hermanos:
Darán gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. Porque Él nos libró del poder de las tinieblas y nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido, en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados.
Él es la Imagen del Dios invisible,
el Primogénito de toda la creación,
porque en Él fueron creadas todas las cosas,
tanto en el cielo como en la tierra,
los seres visibles y los invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades:
todo fue creado por medio de Él y para Él.
Él existe antes que todas las cosas
y todo subsiste en Él.
Él es también la Cabeza del Cuerpo,
es decir, de la Iglesia.
Él es el Principio,
el Primero que resucitó de entre los muertos,
a fin de que Él tuviera la primacía en todo,
porque Dios quiso que en Él residiera toda la Plenitud.
Por Él quiso reconciliar consigo
todo lo que existe en la tierra y en el cielo,
restableciendo la paz por la sangre de su cruz.
Palabra de Dios.
ALELUIA Mc 11, 9. 10
Aleluia.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Bendito el Reino que ya viene,
el Reino de nuestro padre David!
Aleluia.
EVANGELIO
Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 23, 35-43
Después de que Jesús fue crucificado, el pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: «Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!»
También los soldados se burlaban de Él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: «Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!»
Sobre su cabeza había una inscripción: «Éste es el rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero el otro lo increpaba, diciéndole: «¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que Él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero Él no ha hecho nada malo».
Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino».
Él le respondió: «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso».
Palabra del Señor.
Comentario
1.- En este último domingo del tiempo ordinario se nos presenta a Jesús como rey. Pero con una manera peculiar de reinar. Su “trono” es la cruz. Y su “vara de mando” es una toalla ceñida y una jofaina llena de agua. Cristo reina desde la cruz porque en ella entrego su vida por todas las personas, una vida que vivió desde una profunda actitud de servicio. Si durante el año litúrgico vamos recordando los momentos más significativos de la vida de Jesús, en este último queremos resumir esa vida diciendo que Jesús fue “servidor”, y que si queremos ser seguidores suyos, hemos de imitar su ejemplo y ponernos al servicio de nuestros hermanos, aunque eso muchas veces nos cueste esfuerzos, sufrimientos, cruces, compromisos, entregas, etc. Esa manera de vivir y de morir de Jesús nos “ganó” la salvación.
2.- San Pablo en la segunda lectura resume todo el plan de Dios en la historia haciendo referencia a la muerte y resurrección de Jesús, “por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados”. Jesús reina entregando su vida en la cruz. Nosotros también “reinaremos” en la medida en que nuestra vida sea servicial. Jesús reina saliéndose del perfil de rey que tenían los judíos. En la primera lectura aparece David como rey ungido y honroso. Pero Jesús lo hace entre dos ladrones, crucificado como un malhechor y acusado de blasfemo y de incitador de las masas.
3.- Jesús cumple las escrituras, es el Mesías, de la descendencia de David. Ya lo anunció en la sinagoga de Nazaret al principio de su ministerio. Aún así, es cuestionado en la cruz por las autoridades y el pueblo, por los soldados, por uno de los malhechores crucificado con él… pero así demostró que era verdaderamente EL REY.
Nuestro mundo necesita “servidores”. Los necesitamos entre nuestros políticos, por ejemplo. Pero también hacen falta en nuestros trabajos, en nuestra asociación de vecinos, en el grupo de amigos, en nuestra familia, en la Parroquia, en nuestra Iglesia Diocesana. Los hay que sirven en caritas, en la catequesis, pero también están en el sindicato, en las asociaciones civiles, en los colegios, en las fábricas. El servicio es la actitud del cristiano allá donde esté.
4.- La Eucaristía nos enseña a servir como Dios quiere. Le vemos con la jofaina y la toalla ceñida lavando los pies de sus discípulos y diciéndonos: “si yo, el maestro y el señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros”. Que esta sea nuestra actitud entre nosotros. Que nuestro servicio se convierta en luz, en “presencia significativa en la calle”, como nos propone nuestro plan diocesano. Que a los cristianos de El Altet nos conozcan por nuestro servicio y nuestro amor. Proclamemos juntos nuestra fe en Cristo que reina sirviendo a los más pobres.
Fuente Lecturas: Leccionario III
http://www.betania.es (Comentario)