Ordinario de la Misa: Jueves II Semana de Adviento. Ciclo C. 13 de diciembre, 2012.
Santa Lucía, virgen y mártir
Memoria
Bueno es el Señor para con todos
Antífona de Entrada
Esta santa luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzada sobre roca firme.
Oración Colecta
Oremos:
Te pedimos, Señor, por intercesión de santa Lucía, virgen y mártir que llenes de luz y de gozo nuestros corazones y que, quienes hoy celebramos su martirio en la tierra, lleguemos a contemplar con nuestros propios ojos tu gloria en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Isaías (41, 13-20)
“Yo, el Señor, te tengo asido por la diestra y yo mismo soy el que te ayuda. No temas, gusanito de Jacob, descendiente de Israel, que soy yo, dice el Señor, el que te ayuda; tu redentor es el Dios de Israel. Mira: te he convertido en rastrillo nuevo de dientes dobles; triturarás y pulverizarás los montes, convertirás en
paja menuda las colinas.
Las aventarás y se irán con el viento y el torbellino las dispersará. Tú, en cambio, te regocijarás en el Señor, te gloriarás en el Dios de Israel.
Los miserables y los pobres buscan agua, pero es en vano; tienen la lengua reseca por la sed. Pero yo, el Señor, les daré una respuesta; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Haré que broten ríos en las cumbres áridas y fuentes en medio de los valles; transformaré el desierto en estanque y el yermo, en manantiales.
Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos; plantaré juncos en la estepa, cipreses, oyameles y olmos; para que todos vean y conozcan, adviertan y entiendan de una vez por todas, que es la mano del Señor la que hace esto, que es el Señor de Israel quien lo crea”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 144
Bueno es el Señor
para con todos.
Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre y para siempre. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas.
Bueno es el Señor
para con todos.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas.
Bueno es el Señor
para con todos.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones.
Bueno es el Señor
para con todos.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan al Justo; que la tierra se abra y haga
germinar al Salvador.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (11, 11-15)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente:
“Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos, es todavía más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los cielos exige esfuerzo, y los esforzados lo conquistarán. Porque todos los profetas y la ley profetizaron, hasta Juan; y si quieren creerlo, él es Elías, el que habría de venir. El que tenga oídos que oiga”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Tanto la primera lectura como el salmo responsorial revelan rasgos muy precisos de Dios. Él es el redentor del pueblo y en eso consiste su santidad. La clemencia, la misericordia y la piedad, según el salmo 144, son formas de ser de Dios. Es decir, son actitudes humanas que se atribuyen a Dios para comprenderlo en su obrar. Jesús resalta la figura de Juan el Bautista; es el gran profeta, Elías, a quien los judíos esperaban con ansiedad. Pero probablemente la imagen del profeta que ellos esperaban no coincide con el estilo de Juan el Bautista. Sin embargo, en la nueva propuesta de Jesús Juan no será más grande que los demás. Todos gozan equitativamente del amor y de la misericordia de Dios. – Cada comunidad cristiana de bautizados deberá encarnar los valores proféticos de la misericordia y la clemencia, antesala de la reconciliación y de la solidaridad fraterna. Cada comunidad de creyentes deberá simbolizar la figura de Juan el Bautista, el profeta capaz de denunciar abiertamente la maldad del pueblo y de sus gobernantes, invitar con insistencia a la conversión y anunciar la salvación integral de Dios para todos. Nuestro Adviento es la oportunidad para renovar a fondo el compromiso cristiano con los hermanos que sufren por múltiples causas.
Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, con tu bendición estas ofrendas y enciende en nosotros ese amor a ti, por el que tu santa mártir Lucía, fue capaz de soportar todos los tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los santos Mártires
Testimonio y ejemplo de los mártires
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Porque la sangre de la gloriosa mártir santa Lucía, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos,diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la Comunión
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga,
dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el sacramento que hemos recibido nos dé, Señor, la misma fortaleza con la que tu santa mártir Lucía fue fiel en tu servicio y generosa en el sufrimiento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Fuentes: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org