Ordinario de la Misa: Jueves XIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 05 de Julio, 2012
La voluntad de Dios es santa
Feria de la 13a. semana del Tiempo Ordinario o memoria libre de santa María Zacaría, Presbítero
Confío, Señor, en tu misericordia
Antífona de Entrada
Firmeza es el Señor para su pueblo, defensa y salvación para sus fieles. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.
Oración Colecta
Oremos:
Padre misericordioso, que nunca dejas de tu mano a quienes has hecho arraigar en tu amistad, concédenos vivir siempre movidos por tu amor y un filial temor de ofenderte.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Amós (7, 10-17)
En aquel tiempo, Amasías, sacerdote de Betel, le envió este mensaje a Jeroboam, rey de Israel:
“Amós está conspirando contra ti en Israel y el país ya no puede soportar sus palabras, pues anda diciendo que Jeroboam morirá a espada e Israel saldrá de su país al destierro”.
Amasías le dijo a Amós:
“Vete de aquí, visionario, y huye al país de Judá; gánate allá el pan, profetizando; pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque es santuario del rey y templo del reino”.
Respondió Amós:
“Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: ‘Ve y profetiza a mi pueblo, Israel’.
Y ahora escucha tú la palabra del Señor: ‘Tú me dices:
No profetices contra la casa de Israel. No vaticines contra la casa de Isaac’. Pues bien, esto dice el Señor:
‘Tu mujer será deshonrada en plena calle; tus hijos e hijas morirán a espada; tu tierra se la repartirán los vencedores; tú mismo morirás en tierra pagana e Israel será desterrado lejos de su país’ ”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 18
La voluntad de Dios es santa.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo.
La voluntad de Dios es santa.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino.
La voluntad de Dios es santa.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
La voluntad de Dios es santa.
Más deseables que el oro y las piedras preciosas las normas del Señor, y más dulces que la miel de un panal que gotea.
La voluntad de Dios es santa.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (9, 1-8)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó a Cafarnaúm, su ciudad. En esto, trajeron a donde él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico:
“Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados”. Al oír esto, algunos escribas pensaron: “Este hombre está blasfemando”. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo:
“¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil: decir ‘Se te perdonan tus pecados’, o decir ‘Levántate y anda’? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, —le dijo entonces al paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.
El se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a Dios, que había dado tanto poder a los hombres.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
La gente alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad
El temor a transgredir una costumbre bien establecida en una sociedad nos puede llevar a darle más valor a las doctrinas que a las personas. Jesús desafía esa mentalidad. Para él, la persona está en primer lugar, en especial si se trata de alguien que sufre. Jesús, aunque su acción implique ser tachado de ‘blasfemo’, no teme liberar de la culpa a un hombre cuyos temores lo paralizan al punto de impedirle el movimiento. Pero tal vez sea una blasfemia mayor el no encauzar la fuerza transformadora de la propia religión a favor del bienestar de la persona que sufre. Jesús opta por desafiar a sus adversarios para asumir una actitud eficaz de compasión, amor y solidaridad como camino para alcanzar la libertad humana. – En nuestra época las blasfemias ya no tienen que ver con contradecir ciertas doctrinas religiosas, sino con cuestionar las prácticas que nuestra cultura secular consagra. Está mal visto el cuestionar hábitos de consumo desaforado e injustificado que paralizan a la mayor parte de la gente y la llevan al sedentarismo, la obesidad y el conformismo. De igual modo, se ha vuelto incuestionable la explotación a la que son sometidas naciones enteras con el objetivo de bajar los costos de producción.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza que vamos a ofrecerte, a fin de que purifique nuestros corazones y podamos corresponder a tu amor con
nuestro amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común V
Proclamación del misterio
de Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Cuya muerte celebramos unidos en caridad, cuya resurrección proclamamos con viva fe, y cuyo advenimiento glorioso aguardamos con firmísima esperanza.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Los ojos de todos los hombres te miran, Señor, llenos de esperanza, y tú das a cada uno su alimento.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, tú que nos has renovado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos que la participación en esta Eucaristía nos ayude a obtener la plenitud de la redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.