Evangelio del Martes X Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 12 de junio, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 13-16)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre,que está en los cielos”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Nuestro mundo es impensable sin la luz y sin la sal. La cultura contemporánea cambió en el momento en que muchas personas pudieron administrar la luz a voluntad. De este modo el ser humano ya no estaba limitado por la luz solar. La jornada laboral podía comenzar a cualquier hora y terminar a voluntad. Del mismo modo, la sal que en la antigüedad era un bien indispensable y casi de lujo, se convirtió en la unidad de medida de los valores económicos; por eso a la paga se le llamaba “salario”, es decir la porción de sal que un trabajador recibe como paga; la sal era la garantía de la conservación del alimento. Pero nuestra época, iluminada por la electricidad y sometida a la producción industrial del alimento, oscurece la realidad humana de los individuos y la realidad social del alimento. Los avances tecnológicos nos han hecho más productivos, pero a la vez más aislados y más egoístas. – El evangelio nos invita a romper este cerco de la cultura del consumo y a entrar en comunión con los demás. Podemos ser luz para otros y sabor que le da sentido a tantas realidades sin sentido de la vida cotidiana.