Evangelio del Sábado V Semana de Pascua. Ciclo A. 28 de mayo 2011.
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (15, 18-21)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: ‘El siervo no es superior a su señor’. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envió”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
Jesús demuestra su amor y su amistad con los suyos incluso previniéndoles sobre lo que les sucederá por ser sus amigos; y no vaticina para ellos un futuro “color de rosa”; todo lo contrario, el amor que Jesús ha prodigado al mundo ha sido rechazado con odio y con violencia, y, de igual modo, sus seguidores correrán también el mismo destino. Sin embargo, Jesús no siente amargura, ni les transmite esta verdad de un modo pesimista, para desanimarlos; al contrario, en el rechazo, en la persecución, en la contradicción, está la alegría de saber que se está siendo fiel al querer de Dios; es la constatación de que las palabras y las acciones no se acomodan -no se pueden acomodar-, al modo de ser de un mundo injusto, discriminatorio y excluyente. El rechazo al amor no es “gratuito” ni “porque sí”: Es porque las acciones del amor dejan al desnudo las obras del mal y del egoísmo y hacen que quienes pretenden aparecer como buenos y grandes señores, resulten ser realmente los autores y promotores del mal.