Evangelio Lunes III Semana Tiempo Ordinario. Ciclo C. 28 de Enero, 2013
Santoral del día: Santo Tomas de Aquino
Lectura del santo Evangelio según san Marcos: 3, 22-30
Gloria a ti, Señor
En aquel tiempo, los escribas que habían venido de Jerusalén, decían acerca de Jesús: "Este hombre está poseído por Satanás, príncipe de los demonios, y por eso los echa fuera". Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas: "¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque si un reino está dividido en bandos opuestos no puede subsistir. Una familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse sus cosas, si primero no lo ata. Solo así podrá saquear la casa.
Yo les aseguro que a los hombres se les perdonaran todos sus pecados y todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón; será reo de un pecado eterno". Jesús dijo esto, porque lo acusaban de estar poseído por un espíritu inmundo.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
El relato de Marcos va elevando la tensión entre Jesús y sus adversarios. Este episodio deja en claro cuál es la posición de cada uno. Los adversarios de Jesús buscan a toda costa descalificar su praxis. Aquí la controversia es directamente con los escribas. La manera más fácil de atacar es decir que sus acciones milagrosas (curaciones, expulsión de espíritus inmundos) las realizaba por el poder del jefe de los demonios (Belzebú). Jesús, utilizando el lenguaje parabólico, típico de su predicación, deja en evidencia que nadie puede luchar contra sí mismo. El demonio no puede autodestruirse. Luego viene la sentencia contundente de Jesús: Negarse a aceptar la acción del Espíritu Santo, que actúa a favor de los pobres, los excluidos, los marginados, es el peor pecado que se pueda cometer.
También en nuestra sociedad y en nuestras comunidades sucede muy a menudo. Si se quiere descalificar una acción social liberadora a favor de los empobrecidos y excluidos, lo más fácil es tildarlo de comunista, subversivo, terrorista. También a veces se descalifica a los líderes de las comunidades con calumnias y rumores malintencionados. Aprovechemos este momento para revisar nuestra forma de proceder en nuestro contexto social y eclesial. ¿Cómo actuamos con nuestros líderes?
Fuente: www.laverdadcatolica.org; www.evangeli.net (Comentario)