ORDINARIO DE LA MISA: SANTO TOMÁS, APÓSTOL. 3 de Julio
Fiesta
Tomás, elegido por Cristo para ser apóstol suyo, es también símbolo del hombre en su lento caminar hacia la fe. En el relato evangélico de la Pasión y la Resurrección de Jesús, Tomás se revela en su verdadera personalidad: en la Última Cena, una reflexión suya un tanto viva lleva a Jesús a decir "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida"; luego, ante el anuncio de la Resurrección de Cristo, manifiesta su incredulidad; sin embargo, cuando el Resucitado lo muestra su costado abierto, exclama: "¡Señor mío y Dios mío!"
Antífona de entrada Cf. Sal 117, 28.21
Tú eres mi Dios, y te doy gracias: Tú eres mi Dios, y te glorifico;
te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación.
Gloria
Gloria a Dios en el Cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor Hijo único, Jesucristo,
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre:
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros:
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén..
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso,
alegrarnos en la fiesta del apóstol santo Tomás,
para que siempre nos ayude con su protección
y tengamos vida creyendo en aquél
a quien reconoció como el Señor resucitado, Jesucristo tu Hijo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, el testimonio de nuestro servicio,
y el humilde pedido que conserves tus dones en nosotros,
al ofrecerte este sacrificio de alabanza
en el martirio del apóstol santo Tomás.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE LOS APÓSTOLES I
LOS APÓSTOLES, PASTORES DEL PUEBLO DE DIOS
64. Este prefacio se dice en las Misas de los Apóstoles, principalmente en las de San Pedro y San Pablo
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Tú nunca abandonas a tu rebaño, Pastor eterno,
sino que lo proteges y conservas siempre
por medio de los santos Apóstoles,
y quieres que sea conducido por aquellos mismos pastores
a quienes tu Hijo confió la misión de continuar su obra.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo..
Antífona de comunión Cf. Jn 20, 27
Acerca tu mano, y reconoce el lugar de los clavos:
en adelante no seas incrédulo, sino fiel.
Oración después de la comunión
Dios nuestro, en este sacramento hemos recibido verdaderamente
el Cuerpo de tu Hijo unigénito;
concédenos que lo reconozcamos por la fe
como Dios y Señor nuestro,
y también lo confesemos con las obras y con la vida,
a ejemplo del apóstol Tomás.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente: Misal Romano