Ordinario de la Misa: XXIX Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Martes, 23 de Octubre 2012
Dale, Señor, la paz a tu pueblo
Feria de la 29a. semana del Tiempo Ordinario o memoria libre de san Juan de Capistrano, presbítero
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios
Antífona de Entrada
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocaréis y yo os escucharé y os libraré de vuestra esclavitud donde quiera que os encontréis.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol
san Pablo a los efesios (2, 12-22)
Hermanos:
Recuerden que antes vivían ustedes sin Cristo, que estaban excluidos de la ciudadanía de Israel y eran extraños a las alianzas y promesas, y no tenían esperanza ni Dios en este mundo. Pero ahora, unidos a Cristo Jesús, ustedes, que antes estaban lejos, están cerca, en virtud de la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz; él hizo de los judíos y de los no judíos un solo pueblo; él destruyó, en su propio cuerpo, la barrera que los separaba: el odio; él abolió la ley, que consistía en mandatos y reglamentos, para crear en sí mismo, de los dos pueblos, un solo hombre nuevo, estableciendo la paz, y para reconciliar a ambos, hechos un solo cuerpo, con Dios, por medio de la cruz, dando muerte en sí mismo al odio.
Vino para anunciar la buena nueva de la paz, tanto a ustedes, los que estaban lejos, como a los que estaban cerca. Así, unos y otros podemos acercarnos al Padre, por la acción de un mismo Espíritu.
En consecuencia, ya no son ustedes extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos de los santos y pertenecen a la familia de Dios, porque han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles y de los profetas, siendo Cristo Jesús la piedra angular.
Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar el templo santo del Señor, y unidos a él también ustedes se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser morada de Dios.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 84
Dale, Señor, la paz a tu pueblo.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra.
Dale, Señor, la paz a tu pueblo.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la felicidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo.
Dale, Señor, la paz a tu pueblo.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas.
Dale, Señor, la paz a tu pueblo.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (12, 35-38)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela.
Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
El evangelio de hoy distingue claramente entre estar despiertos y estar dormidos. En el estado de vigilia podemos responder a cualquier llamado, urgencia o desafío; pero cuando estamos dormidos, nuestro cuerpo abandona las preocupaciones presentes y se abandona a su propio ritmo. Muchos maestros espirituales de la época de Jesús e incluso más recientes interpelan a sus oyentes con el mismo llamado. El tiempo en el que vivió Jesús fue una época de grandes cambios para la humanidad, por lo que era necesario estar atentos a los signos de los tiempos, que daban pistas sobre lo que Dios quería para ese momento particular. En el siglo I llegaron a su fin los grandes imperios del Medio Oriente (Egipto, Babilonia, Persia) y se consolidó el Imperio Romano, que habría de durar cinco siglos más. – Nuestro tiempo actual no es tanto una época de cambios, como un cambio de época. Las transformaciones actuales de la humanidad tienen un alcance global, sólo comparable con los cambios de la industrialización hace tres siglos. Nuestra fe nos debe mantener despiertos para descubrir cuáles son los desafíos de nuestro momento en el que la comunicación la información y el conocimiento son proclamados como los valores máximos y universales. ¿Cuáles son los principales desafíos del cristiano ante la nueva cultura?
Oración sobre las Ofrendas
Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común V
Proclamación del misterio
de Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Cuya muerte celebramos unidos en caridad, cuya resurrección proclamamos con viva fe, y cuyo advenimiento glorioso aguardamos con firmísima esperanza.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la Comunión
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.