Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Evangelio del Lunes XXX Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 24 de octubre, 2011
Lectura del Santo Evangelio, según San Lucas 13,10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad." Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: "Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados." Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: "Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo llevaba a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?" A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión:
La importancia que los judíos daban al cumplimiento de los preceptos era constantemente “carga pesada” para Jesús, cuando enseñaba o realizaba algunos signos, que, más que simples acciones o milagros que favorecían a determinadas personas, eran un llamado urgente a producir un verdadero rescate del ser humano. Ese ser que se muestra enfermo, marginado o encorvado frente a la vida, a quien hay que transformar en persona y devolverle su dignidad de criatura de Dios.
La reprimenda de Jesús al jefe de la sinagoga es fuerte, tanto por las expresiones que usa como por el sentido que le da y que termina haciéndole sentirse confundido ante los argumentos contra el cumplimiento superficial de la Ley.
Jesús nos recuerda que no debemos esmerarnos por cumplir la “letra” de la Ley, sino más bien su “espíritu”; que es más importante ser persona que no tan sólo parecerlo; que debemos construir el Reinado de Dios desde nuestro corazón.
Jesús nos muestra lo importante que es salir de la encorvadura espiritual en la que vivimos y ser capaces de “enderezarnos” para poder mirar de frente al mismo Dios.