Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Evangelio del Martes XI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 19 de junio, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 43-48)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Amar al enemigo y orar por quien asume este rol frente a nosotros parece una idea desproporcionada. Incluso algunos han pensado que es sólo una hipérbole, es decir, una exageración. Sin embargo, el amor al enemigo es la consecuencia más clara de la «justicia mayor» que nos exige Jesús. El evangelio nos pide romper los límites que nos imponen la familia, la raza y la cultura para trascender en ese amor universal. Un amor universal que no supera los lazos de la sangre, del idioma o de la nación sólo es una vaga idea, pero no una manifestación del Reino. El amor a los enemigos es una invitación a experimentar el amor con el que Dios nos ama. Es decir, un amor completamente centrado en el otro. A pesar del alcance de este amor, el evangelio también nos recuerda que ese amor no puede renunciar a las exigencias de justicia, verdad y respeto. Amar al enemigo es, también, ayudarle a encontrar un camino de diálogo y de maduración humana, porque amar al enemigo no es lo mismo que tolerar el abuso y la iniquidad. – ¿Qué podemos hacer nosotros para superar los conflictos por los que otras personas se declaran nuestros enemigos?