Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Evangelio del Martes XIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 03 de Julio, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (20, 24-29)
Gloria a ti, Señor.
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían:
“Hemos visto al Señor”.
Pero él les contestó:
“Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.
Ocho días después, estaban reunidos los discípu
los a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo:
“La paz esté con ustedes”.
Luego le dijo a Tomás:
“Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano; métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”.
Tomás le respondió:
“¡Señor mío y Dios mío!”
Jesús añadió:
“Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Nuestra época, más que la de Tomás, está dominada por las certezas que provienen de las experiencias sensoriales. Para nuestra generación es más importante ver, oír y tocar que saber. Incluso con frecuencia se identifican las imágenes, el sonido o la información con el conocimiento. La espiritualidad cristiana reta esta manera de ver el mundo proponiendo una fe basada en el conocimiento de las enseñanzas de Jesús y el testimonio de sus seguidores. Y el reto nace de la convicción de que sólo podemos conocer a Dios amándolo y no de manera abstracta, porque el amor a Dios no es una abstracción, sino un ejercicio concreto de amor en Jesús, su hijo amado. El evangelio de hoy nos presenta este mismo reto a través de la imagen de Tomás, quien, a pesar de haber conocido personalmente a Jesús se muestra desconfiado ante el testimonio de sus hermanos y hermanas en la fe. El camino de Tomás pasa por el encuentro directo con Jesús resucitado, precisamente en el momento en que está reunida la comunidad. La experiencia que vive Tomás lo lleva a reconocer cómo su búsqueda de evidencias físicas lo habían llevado lejos de la experiencia de fe de toda la comunidad.
Fuente. www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org