Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Evangelio IV Semana de Pascua. Ciclo C. Martes, 23 de abril, 2013.
Santo del Día: San Jorge
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 10, 22-30
Gloria a ti Señor
Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.
Los judíos lo rodearon y le preguntaron: «¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente.»
Jesús les respondió: «Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.
Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa.»
Palabra del Señor.
Comentario:
Jesús aparece por última vez en el templo, en la fiesta de la Dedicación o de la Consagración. Los líderes judíos quieren saber si Jesús es en realidad el Mesías. Para ellos, todo lo que ha dicho Jesús sólo les ha causado curiosidad y suspenso. Necesitan pruebas y señales contundentes, pues hasta el momento no son suficientes las obras realizadas en nombre de Dios. Ante la interpelación de los judíos, Jesús expone de nuevo el sentido de su mesianismo. Es el consagrado del Padre, sus obras las hace en nombre del Padre, de quien da testimonio. Con la mención de las ovejas les explica a sus discípulos, por medio de parábolas, quién y cómo es el Buen Pastor. Quienes le interpelan son dirigentes judíos que le siguen en su camino hacia Jerusalén, pero que no hacen parte de su grupo de ovejas. Sus ovejas escuchan su voz y él las reconoce mediante el seguimiento. Estas autoridades solamente buscan un pretexto para acusarlo. Jesús es el consagrado del Padre porque practica la unidad. El Padre y el Hijo son uno solo. –Recordemos que esta unidad es una exigencia también para todos sus discípulos, de ayer y de hoy; para nosotros.
Fuente: Leccionario II
www.sercioskoinonia.org (Comentario)