Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Evangelio Lunes Octava de Pascua. Ciclo C. 1 de abril, 2013.
Santo del Día: San Hugo, Obispo
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 28, 8-15
Gloria a ti Señor
Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos.
De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: «Alégrense.» Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él. Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán.»
Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido. Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, con esta consigna: «Digan así: "Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos." Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo.»
Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy.
Palabra del Señor.
Comentario:
Una vez constatado que el sepulcro está vacio, las mujeres salieron pronto a anunciar la buena nueva a los discípulos. Ellas, que habían ido a embalsamar el cuerpo de su amigo, sintieron asombro y temor, pero al mismo tiempo, un gran gozo, al constatar que la tumba estaba vacía. Ellas, que lo acompañaron en toda su misión desde Galilea, ahora gozan por la certeza de la resurrección. Esto se corrobora cuando Jesús sale a su encuentro y las invita a la alegría. Durante su vida pública Jesús siempre exhortó a la alegría, este es un elemento indispensable para la misión. – ¿Nosotros, por nuestra parte, somos fuente de alegría para quienes nos rodean y comparten nuestra vida? Y en la actitud de los guardias, que se dejan sobornar, ¿no encontramos un paralelo con lo que sucede actualmente en nuestra sociedad? Vivimos en un mundo donde la mentira y el engaño se han naturalizado, aun dentro de nuestras instituciones religiosas. Recibimos dinero de soborno y no nos importa que esto traicione nuestra fe. Un desafío diario lo constituye el pensar hasta qué punto valoramos más los bienes materiales que los dones espirituales.
Fuente: Leccionario II
www.sercioskoinonia.org (Comentario)