Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Evangelio del Martes XIX Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 14 de Agosto, 2012.
Santoral: San Maximiliano María Kolbe,Presbítero y mártir
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo
(18, 1-5. 10. 12-14)
Gloria a ti, Señor.
En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
“¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?”
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo:
“Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo.
¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella, que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo
de estos pequeños”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
En las sociedades antiguas uno de los valores fundamentales era el honor. Y el deshonor era fuertemente temido, al punto que muchas personas preferían morir a caer en deshonor. Uno de los honores más grandes era ser importante y reconocido, porque el individuo anónimo y desconocido era despreciado. Jesús cambia esa manera de pensar, y el evangelista nos lo hace saber a través de la imagen del «pequeño» y de la «oveja perdida». El «pequeño» no sólo representa al niño que por su dependencia, ignorancia y debilidad era considerado insignificante. «Pequeños» eran también todas las personas sencillas, pacíficas y anónimas que no tenían el ánimo ni los medios sociales para ocupar un lugar en la escala de los honores. Jesús toma como modelo cristiano a esas personas, que, sin dejarse aplastar por los valores sociales al uso, colocan toda su existencia al servicio de la vida. De igual forma pasa con la «oveja perdida». El evangelio nos recuerda que en la comunidad no hay lugar para la exclusión y para la indiferencia. Si alguien se extravía, la comunidad no puede desentenderse, sino que tiene la misión de reintegrar a esa persona extraviada. – ¿Cuál es nuestra actitud ante las personas anónimas y ante aquellas que consideramos «extraviadas”?
Fuente: www.lecturadeldia.com, www.servicioskoinonia.org