Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Lectura de la Misa Martes XXV Semana Tiempo Ordinario. Solemnidad de Nuestra Señora de la Merced
Memoria
Dios envió su Hijo, nacido de una mujer
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 112, 1-2. 3-4.5-6. 7-8 (R.: cf. 2)
R. Bendito sea el nombre del Señor para siempre.
O bien:
Aleluia.
Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
El Señor está sobre todas las naciones,
su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que tiene su morada en las alturas,
y se inclina para contemplar
el cielo y la tierra? R.
El levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre de su miseria,
para hacerlo sentar entre los nobles,
entre los nobles de su pueblo. R.
ALELUIA Cf. Lc 1, 28
Alégrate, María, llena de gracia,
el Señor está contigo,
bendita tú eres entre las mujeres.
EVANGELIO
Y la madre de Jesús estaba allí
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 2, 1-11
Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga.»
Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas.» Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete.» Así lo hicieron.
El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento.»
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor
Comentario:
La solemnidad de las Mercedes, que significa (Don, misericordia, regalo), nos presenta un evangelio muy especial: Jesús y su madre en una boda. Tenemos en escena un novio y un mayordomo de los cuales no se dan detalles ni referencias ningunas, son totalmente anónimos. De los únicos que sabemos algo, aparte de Jesús y su madre, es de los discípulos. ¿De que boda se nos habla entonces que tenga tanta importancia?
En la Biblia la relación de Dios y su pueblo se presentaba como un desposorio. Jesús en varias narraciones evangélicas se presentaba como el novio a quien se estaba esperando y, además, en algunas parábolas comparaba el Reino que vino a traer con un banquete de bodas.
¿No serían Jesús y María los nuevos novios quienes, como Adán y Eva, vienen a llenar de sentido y de alegría la vida vacía de los Israelitas y de la humanidad? María es el medio, el instrumento para hacer llegar el vino nuevo que Dios dejó para último. La frase emblemática de María: ¨Hagan lo que él les diga¨, nos recuerda que Israel nuca hizo lo que Dios le dijo, sólo ella lo hizo, por eso, está llamada a guiar a los discípulos hacia el verdadero seguimiento. María fue la esclava, un esclavo sólo hace lo que su señor le diga; exactamente eso fue lo que ella hizo.
María con su obediencia, nos enseña a liberarnos del pecado que se introduce por la desobediencia de los hombres al espíritu de Dios. A través de ella, Jesús vino a desposarse con toda la humanidad. Así como Jesús se encarnó en María haciéndose con ella una sola carne, también nos invita a nosotros a entrar con él en ese desposorio a través de la eucaristía, que es el banquete de bodas suyo con todos los que lo acepten. En la eucaristía nos hacemos una sola carne con él, como le sucedió a María.
Este es el don maravilloso que hoy celebramos, la misericordia de Dios se ha puesto a merced de todos los hombres.
Fuente: Misal Romano
Conferencia Episcopal Dominicana (Comentario)