Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Ordinario de la Misa: III Semana Tiempo Ordinario. Ciclo C. Domingo 27 de Enero, 2013.
EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 1. 6)
Canten al Señor un cantico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El pueblo comprendía la lectura del libro de la ley.
Del libro de Nehemías: 8, 2-4. 5-6. 8-10
En aquellos días, Esdras, el sacerdote, trajo el libro de la ley ante la asamblea, formada por los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón.
Era el día primero del mes séptimo, y Esdras leyó desde el amanecer hasta el mediodía, en la plaza que está frente a la puerta del Agua, en presencia de los hombres las mujeres y todos los que tenían uso de razón. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley.
Esdras estaba de pie sobre un estrado de madera, levantado para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista del pueblo, pues estaba en un sitio más alto que todos, y cuando lo abrió, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo entonces al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: "¡Amen!", e inclinándose, se postraron rostro en tierra. Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicaban el sentido, de suerte que el pueblo comprendía la lectura.
Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que instruían a la gente, dijeron a todo el pueblo: "Este es un día consagrado al Señor nuestro Dios. No estén ustedes tristes ni lloren (porqué todos lloraban al escuchar las palabras de la ley). Vayan a comer espléndidamente, tomen bebidas dulces y manden algo a los que nada tienen, pues hoy es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén tristes, porque celebrar al Señor es nuestra fuerza".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 18
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.
Ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de él.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 12-30
Hermanos: Así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.
El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: "No soy mano, entonces no formo parte del cuerpo", ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Y si el oído dijera: "Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo", ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿con que oiríamos? Y si todo el cuerpo fuera oído, ¿con que oleríamos? Ahora bien, Dios ha puesto los miembros del cuerpo cada uno en su lugar según lo quiso. Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Cierto que los miembros son muchos, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decirle a la mano: "No te necesito"; ni la cabeza a los pies: "Ustedes no me hacen falta". Por el contrario, los miembros que parecen más débiles son los más necesarios. Y a los más íntimos 1os tratamos con mayor decoro, porque los demás no lo necesitan. Así formó Dios el cuerpo, dando más honor a 1os miembros que carecían de él, para que no haya división en el cuerpo y para que cada miembro se preocupe de 1os demás. Cuando un miembro sufre, todos sufren con él, y cuando recibe honores, todos se alegran con él.
Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de él. En la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercer lugar, a los maestros; luego, a los que hacen milagros, a los que tienen el don de curar a los enfermos, a los que ayudan, a los que administran, a los que tienen el don de lenguas y el de interpretarlas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos el don de curar? ¿Tienen todos el don de lenguas y todos las interpretan?
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor:
ACLAMACIÓN (Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura.
Del canto Evangelio según san Lucas: 1, 1-4; 4, 14-21
Muchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos las trasmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado.
(Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto), impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está, sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en El. Entonces comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
UNA REFLEXION PARA NUESTRO TIEMPO.- La Ley y la profecía son dos instituciones importantes en la vida de Israel. La ley instruye a todo israelita para que cumpla los mandatos que garantizan una convivencia armoniosa entre los hijos de Israel. La palabra profética es una proclama exigente que interpreta el espíritu
genuino de las leyes dadas por Dios a Israel y las aplica a las situaciones y desafíos del presente. Los cristianos hemos heredado esos libros como un tesoro que alimenta nuestra fe. El ideal ético condensado en la alianza y la palabra profética son referentes indispensables que conviene tomar en cuenta para no dejarnos encandilar por los espejismos de la cultura materialista en que vivimos. El antiguo y siempre nuevo mensaje de los profetas de Israel, sigue inspirando a los cristianos de hoy para cumplir con la misión de ser ciudad sobre el monte, sal de la tierra, luz del mundo, sin otra pretensión que documentar que el genuino proyecto de Dios es operante y significativo en el mundo de hoy.
Comentario:
Hoy comenzamos a escuchar la voz de Jesús a través del evangelista que nos acompañará durante todo el tiempo ordinario propio del ciclo “C”: san Lucas. Que «conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido» (Lc 1,4), escribe Lucas a su amigo Teófilo. Si ésta es la finalidad del escrito, hemos de tomar conciencia de la importancia que tiene el hecho de meditar el Evangelio del Señor —palabra viva y, por tanto, siempre nueva— cada día.
Como Palabra de Dios, Jesús hoy nos es presentado como un Maestro, ya que «iba enseñando en sus sinagogas» (Lc 4,15). Comienza como cualquier otro predicador: leyendo un texto de la Escritura, que precisamente ahora se cumple... La palabra del profeta Isaías se está cumpliendo; más aun: toda la palabra, todo el contenido de las Escrituras, todo lo que habían anunciado los profetas se concreta y llega a su cumplimiento en Jesús. No es indiferente creer o no en Jesús, porque es el mismo “Espíritu del Señor” quien lo ha ungido y enviado.
El mensaje que quiere transmitir Dios a la humanidad mediante su Palabra es una buena noticia para los desvalidos, un anuncio de libertad para los cautivos y los oprimidos, una promesa de salvación. Un mensaje que llena de esperanza a toda la humanidad. Nosotros, hijos de Dios en Cristo por el sacramento del bautismo, también hemos recibido esta unción y participamos en su misión: llevar este mensaje de esperanza por toda la humanidad.
Meditando el Evangelio que da solidez a nuestra fe, vemos que Jesús predicaba de manera distinta a los otros maestros: predicaba como quien tiene autoridad (cf. Lc 4,32). Esto es así porque principalmente predicaba con obras, con el ejemplo, dando testimonio, incluso entregando su propia vida. Igual hemos de hacer nosotros, no nos podemos quedar sólo en las palabras: hemos de concretar nuestro amor a Dios y a los hermanos con obras. Nos pueden ayudar las Obras de Misericordia —siete espirituales y siete corporales— que nos propone la Iglesia, que como una madre orienta nuestro camino.
.Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Jesús nos ha mostrado el amor de Dios y nos enseña que Él quiere la felicidad de todos.
Después de cada petición diremos:
Padre, escúchanos, y aumenta nuestra fe.
Por todos los cristianos. Para que demos siempre, con nuestra vida, un buen testimonio del amor de Jesús.
Oremos.
Por los sacerdotes. Para que no desfallezcan en la labor de anunciar el Evangelio y de hacer crecer a la comunidad cristiana en la fe y en la esperanza.
Oremos.
Por los inmigrantes. Para que puedan encontrar entre nosotros una vida digna, y reciban la acogida que me recen por nuestra parte.
Oremos.
Por los gobernantes y los políticos. Para que favorezcan, verdaderamente, la justicia y la paz.
Oremos.
Por nosotros. Para que recibamos con mucha alegría el pan de la Eucaristía que Jesús nos ofrece y nos dejemos transformar por El. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, tú que eres la fuente de toda bondad. Y haz de nosotros fieles discípulos de tu Hijo Jesucristo, que contigo vive y reina...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO DE LOS DOMINGOS DURANTE EL AÑO
EL MISTERIO PASCUAL NOS HACE PUEBLO DE DIOS
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Él mismo, por su misterio pascual,
realizó la obra maravillosa
de llamarnos del pecado y de la muerte
a la gloria de construir
una raza elegida, un reino sacerdotal,
una nación santa, un pueblo de su propiedad,
para que, llevados de las tinieblas a la luz admirable,
proclamemos ante el mundo tus maravillas.
Por eso, con los ángeles y arcángeles,
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 33, 6)
Acudan al Señor, pongan en Él su confianza y no quedarán defraudados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente inagotable de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuentes: www.laverdadcatolica.org;http://evangeli.net (Comentario)