Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Ordinario de la Misa: Jueves XVII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 02 de Agosto, 2012
Alaba, alma mía, al Señor
Feria de la 17a. semana del Tiempo Ordinario
Dichoso el que espera en el Señor
Antífona de Entrada
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.
Oración Colecta
Oremos:
Te pedimos, Señor, que tu gracia nos inspire y acompañe siempre para que podamos descubrirte en todos y amarte y servirte en cada uno.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del
profeta Jeremías (18, 1-6)
Esto es lo que el Señor me dijo:
“Jeremías, ve a la casa del alfarero y ahí te haré oír mis palabras”.
Fui, pues, a la casa del alfarero y lo hallé trabajando en su torno. Cuando se le estropeaba la vasija que estaba modelando, volvía a hacer otra con el mismo
barro, como mejor le parecía.
Entonces el Señor me dijo:
“¿Acaso no puedo hacer yo con ustedes, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero? Como está el barro en las manos del alfarero, así ustedes, casa de Israel, están en mis manos”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 145
Dichoso el que espera
en el Señor.
Alaba, alma mía, al Señor; alabaré al Señor toda mi vida; tocaré y cantaré para mi Dios, mientras yo exista.
Dichoso el que espera
en el Señor.
No pongas tu confianza en los que mandan ni en el mortal, que no puede salvarte; pues cuando mueren, se convierten en polvo y ese mismo día se acaban sus proyectos.
Dichoso el que espera
en el Señor.
Dichoso aquel que es auxiliado por el Dios de Jacob y pone su esperanza en el Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto el mar encierra.
Dichoso el que espera
en el Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones para que comprendamos las palabras de tu Hijo.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (13, 47-53)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud:
“El Reino de los cielos se parece también a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos.
Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. ¿Han entendido todo esto?”.
Ellos le contestaron:
“Sí”.
Entonces él les dijo:
“Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas”.
Y cuando acabó de decir estas parábolas, Jesús se marchó de allí.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
El evangelio nos habla de “hacernos discípulos del Reino” para discernir qué parte de nuestras tradiciones contribuye al crecimiento en la fe y qué otras partes debemos descartar. El creyente debe aprender a determinar qué es lo conveniente para la vida cristiana de acuerdo al discernimiento de los ‘signos de los tiempos’. Cada época ofrece unas bondades, unas posibilidades que deben ser abrazadas inmediatamente y sin reservas; pero, al mismo tiempo, cada época tiene sus perversidades, y es un deber aprender a manejarlas. El momento presente nos ofrece algunas bondades, como la posibilidad de comunicarnos simultáneamente con cualquier persona, y ésta es una clara oportunidad para aumentar la difusión del evangelio. Nuestra época también permite que todas las personas tengan acceso a la Biblia, y esto nos exige prepararnos para su lectura y ayudar a otras personas a formarse como lectores. Nosotros ahora podemos contribuir a conservar la integridad de la creación al seleccionar los desechos que producimos en casa o en el trabajo, pero debemos luchar contra la contaminación, el calentamiento y el oscurecimiento global. ¿Qué retos nos plantea la realidad y cómo podemos actuar para ser verdaderos discípulos del Reino?
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común III
Alabanza a Dios por la creación
y la redención del hombre
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Pues por medio de tu amado Hijo, eres el creador del género humano, y también el autor bondadoso de la nueva creación. Por eso, con razón te sirven todas las criaturas, con justicia te alaban todos los redimidos, y unánimes te bendicen tus santos.
Con ellos, también nosotros, a una con los ángeles, cantamos tu gloria gozosos diciendo:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Los que buscan riquezas, sufren pobreza y hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te pedimos, Señor, humildemente, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en alimento, nos comuniquen su misma vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Fuente: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org