Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Ordinario de la Misa: XXV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Jueves 27 de Septiembre, 2012
San Vicente de Paúl, presbítero
Memoria
Tú eres, Señor, nuestro refugio
Antífona de Entrada
El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha ungido, para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que otorgaste a san Vicente de Paúl una inmensa compasión por los pobres y una gran preocupación por formar sacerdotes que se dedicaran a los más necesitados, concédenos, por su intercesión, compartir en la medida de nuestras fuerzas su entrega evangélica al bien de los pobres de Cristo, que vive y reina contigo.
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del
Eclesiastés (Cohélet) (1, 2-11)
Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión. ¿Qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos en la tierra? Pasa una generación y viene otra, pero la tierra permanece siempre.
El sol sale y se pone; corre y llega a su lugar, de donde vuelve a salir. Sopla el viento hacia el sur y gira luego hacia el norte, y dando vueltas y más vueltas, vuelve siempre a girar. Todos los ríos van al mar, pero el mar nunca se llena; regresan al punto de donde vinieron y de nuevo vuelven a correr.
Todo es difícil de entender: no deja el hombre de cavilar, no se cansan los ojos de ver ni los oídos de oír. Lo que antes existió, eso volverá a existir. Lo que antes se hizo, eso se volverá a hacer. No hay nada nuevo bajo el sol.
Si de alguna cosa dicen:
“Mira, esto sí es nuevo”, aun esa cosa existió ya en los siglos anteriores a nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 89
Tú eres, Señor,
nuestro refugio.
Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya pasó; como una breve noche.
Tú eres, Señor,
nuestro refugio.
Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba, que despunta y florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca.
Tú eres, Señor,
nuestro refugio.
Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo?
Tú eres, Señor,
nuestro refugio.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras.
Tú eres, Señor,
nuestro refugio.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (9, 7-9)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Pero Herodes decía:
“A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?”
Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
La misión de los Doce ha incrementado notablemente el impacto que Jesús produce en la sociedad de su tiempo. Tanto es así que inclusive uno de los reyes, Herodes, comienza a preocuparse y ve en él una continuación de la acción del profeta Juan, aunque con mayor poder y bajo unos signos excepcionales. Pero el interés de Herodes no pasaba de ser una curiosidad personal y una preocupación política. Al igual que estos personajes, mucha gente se interesa por Jesús, bien sea por su fama, por su acción profética, por los milagros que se le atribuyen o, incluso, por lo novedoso de su enseñanza. Y esta curiosidad ya es un buen punto de partida, pero es insuficiente si no se da el paso de seguirlo a él por el camino del conocimiento personal. A diferencia de los grandes personajes, una masa anónima de gente pobre y marginada busca a Jesús para aprender de él, para escuchar su mensaje de salvación. Pero sólo un diminuto grupo de personas se atreve a acompañarlo por el camino hacia Jerusalén, y un grupo aún más reducido continúa su misión después de su muerte para anunciar su resurrección. – ¿Con qué grupo nos identificamos: con los curiosos, con los simpatizantes o con los discípulos fieles?
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que concediste a san Vicente de Paúl imitar con su vida el misterio de redención y de amor que celebraba en la Eucaristía, haz que este mismo sacrificio nos asemeje cada vez más a tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
Prefacio de los santos Pastores
Los santos pastores siguen
presentes en la Iglesia
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de san Vicente de Paúl, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso, con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Demos gracias al Señor por su misericordia y los prodigios hechos en favor de su pueblo, porque sació a los que tenían sed y dio de comer a los hambrientos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que esta sagrada comunión nos ayude, Señor, a imitar a tu hijo Jesucristo y a llevar a los pobres, a ejemplo de san Vicente de Paúl, el anuncio y la prueba de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.