Es un Blog de orientación Cristiano/Católico, dirigido a personas de 16 a años en adelante, en el que se publican diariamente las Lecturas del Día, de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico, la Lectio Divina, el Santoral del Día, la Liturgia de las Horas (Laudes, Vísperas y Completas, y otros artículos de orientación espiritual y moral.
Ordinario de la Misa: XXX Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Miércoles 30 de Octubre, 2012
El Señor es fiel a sus palabras
Feria de la 30a. semana del Tiempo Ordinario
Entremos y adoremos de rodillas al Señor
Antífona de Entrada
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios (6, 1-9) Hijos, obedezcan a sus padres por amor al Señor, porque eso es justo. Honrarás a tu padre y a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa:
Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.
Padres, no exasperen a sus hijos; más bien fórmenlos y corríjanlos, para educarlos bien, como el Señor quiere. Esclavos, obedezcan a sus amos de este mundo con docilidad, respeto y sencillez de corazón, como a Cristo; no sólo cuando los están mirando, ni sólo para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, que cumplen de corazón la voluntad de Dios. Sírvanles, pues, de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, recordando que cada uno, sea esclavo o libre, será recompensado por el Señor,según el bien que haya hecho.
Y ustedes, amos, correspondan a sus esclavos en una forma semejante. Absténganse, pues, de toda clase de amenazas, recordando que tanto ellos como ustedes tienen el mismo amo, que está en los cielos y en el cual no hay favoritismos por una persona o por otra.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 144
El Señor es fiel a sus palabras.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas.
El Señor es fiel a sus palabras.
Que muestren a los hijos de los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones.
El Señor es fiel a sus palabras.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia.
El Señor es fiel a sus palabras.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (13, 22-30)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó:
“Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”
Jesús le respondió:
“Esfuércense por entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán.
Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo:
‘Señor, ábrenos’. Pero él les responderá:
‘No sé quienes son ustedes’.
Entonces le dirán con insistencia:
‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’.
Pero él replicará:
‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios.
Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
La puerta es un poderoso símbolo de la vida humana, que Jesús utiliza constantemente para enseñarnos sobre el discernimiento y la decisión. La puerta puede ser ancha y grandiosa o angosta y difícil. En las ciudades antiguas ‘la puerta’ era uno de los lugares más importantes en donde se ubicaba el mercado, los tribunales y las salas de discusión. La puerta ancha era la entrada de mercaderes, reyes y emisarios reales; la puerta angosta, era un pasaje de seguridad por el que entraba el común de la gente. El seguidor de Jesús tiene el desafío de entrar por la puerta difícil, la puerta de la gente que cuenta únicamente con el amor de Dios para hacer realidad su voluntad. Debe decidir de qué se debe despojar para entrar por esa puerta, ya que el exceso de equipaje o la misma cabalgadura impedirían el acceso. – Como cristianos, debemos discernir las realidades que nos impiden acceder a la propuesta de Jesús. El exceso de exigencias de la cultura social dominante puede representar un gran estorbo. Las ambiciones de poder, de riqueza o de prestigio pueden convertirse en camellos enormes que nos coloquen fuera de onda y nos impidan entrar por la puerta de la gente sencilla.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios nuestro, tú que nos has dado este pan y este vino para reparar nuestras fuerzas, conviértelos para nosotros en sacramento de vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común II
La salvación por Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia. Por Cristo nuestro Señor.
Por él, los ángeles y arcángeles, y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la Comunión
Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace por su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, tú que has querido hacernos participar de un mismo pan y de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera unidos en Cristo, que nuestro trabajo sea eficaz para la salvación del mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.